Monday, June 12, 2006

El Mal sólo necesita triunfar una vez

Hojeaba ayer unas páginas de Lobezno, un cómic editado por Panini en España.
Leer cómics de superhéroes es una de esas aficiones juveniles que no he dejado atrás.
Y no soy de los que tratan de explicar esta afición aludiendo a segundas o incluso terceras lecturas que nos abren un universo metalingüístico inicialmente oculto.
No, simplemente me gustan los comics de superhéroes en los que el Bien lucha contra el Mal y siempre gana.

Hojeaba unas páginas de Lobezno, decía, y me acordé de cierto discurso al que se suma la mayor parte de la izquierda y un sector cada vez más considerable de la derecha .

En el cómic se llegaba al final de una trama que había durado seis números (doce en la edición americana).
Un tipo llamado Gorgon se convierte en el líder de La Mano e Hydra, dos organizaciones que seguro les sonarán a quienes alguna vez hayan sido aficionados a los tebeos de Marvel.
La Mano es una secta oriental formada por ninjas muertos y posteriormente resucitados.
Hydra tiene un lema, que es: "Corta una cabeza y crecerán dos nuevas".

Gorgon tiene un objetivo. Aniquilar a todo ser vivo, como acto de pureza dirigido a Dios.
Todos los anhelos de los grandes villanos de los comics pueden resumirse en dos variables: o bien quieren dominar el mundo, o bien destruirlo.
Sólo difieren en el método empleado para conseguirlo.
Afortunadamente, siempre hay un grupo de héroes que le hacen frente. Y siempre ganan.


Volvamos a la historia con la que comencé.
El tal Gorgon consigue unos archivos en los que Reed Richards, el líder de Los Cuatro fantásticos y uno de los tres mejores cerebros del universo Marvel, había volcado los diseños de varias armas con las que hacer frente a amenazas intergalácticas de gran magnitud.
Una de ellas, por sí sola, es capaz de destruir cualquier atisbo de vida en la Tierra.
Las cosas pintan muy mal, pero siempre hay una solución.

SHIELD, una organización dedicada a prevenir ataques a gran escala, se alía a Lobezno y a Elektra para acabar con la amenaza de Gorgon.
Consiguen los planos de todas las bases terroristas. Forman un grupo de asalto masivo. Y comienza la carnicería. Finalmente, Lobezno mata a Gorgon y así acaba la historia.
Simple y eficazmente, y con muchos muertos -amigos y enemigos- en el camino.

Bien, no soy muy amigo de las analogías, pero la verdad es que no pude evitar pensar en cierto discurso dominante de estos tiempos que nos ha tocado vivir.
El de exigirle a "las fuerzas del Bien", es decir, los países pertenecientes a lo que conocemos como Occidente, la excelencia en el trato a quienes le han declarado la guerra. Se les exige que trate a sus enemigos como si fueran ciudadanos occidentales.
Por ejemplo, cuando eliminaron a Al-Zarqawi, oí varias veces que lo que tenían que haber hecho era atraparle y concederle un juicio justo.
Otro tanto ocurre cuando Israel elimina a terroristas palestinos.
Incluso un director de cine como Spielberg se permitió decir en varias entrevistas que las acciones llevadas a cabo por el Mossad después de la masacre de Munich no sirvieron más que para acrecentar la famosa "espiral del odio".
Desafortunadamente, ellos no lo ponen fácil.
No es tan sencillo como llamar a la puerta de un líder terrorista y preguntar:

- ¿Es ahí donde vive el señor ese que pone bombas?
- En efecto, ¿en qué puedo ayudarle?
- Nada, que venía a pedirle amablemente que me acompañase a mi país para poder juzgarle por crímenes contra la humanidad, si le parece bien.

Así que hay que elegir entre asesinar a sangre fría a un terrorista capaz de causar la muerte de decenas de personas, o dejarle libre y esperar que no cometa los crímenes para los que ha sido entrenado.

¿Alguien se imagina a Lobezno tratando a los asesinos de La Mano con la pulcritud que exige el "canon bienpensante"?
¿O a Batman pidiéndoles educadamente a los matones que revelen el lugar donde se va a llevar a cabo un crimen?
No, y si el Mal es vencido es gracias a que los héroes se saltan en mayor o menor grado el "código de buena conducta".

Pero, en fin, qué tontería.
Estamos hablando de un cómic, donde todo es ficción.
No es comparable a la realidad. Menuda estupidez que acabo de escribir.

No, ciertamente, no tiene nada que ver.
Si un día los superhéroes no fueran capaces de vencer a Kang o a Galactus, llegaría un momento en que el plan del malo de turno fallase por algún detalle imprevisto. Y allí estaría Reed Richards, o el Capitán América, para devolver las cosas a su estado normal.

Pero en nuestro mundo, las cosas son mucho más fáciles.
Basta que algún pirado con poder nuclear decida limpiar una parte de Occidente para que se desate la tragedia.
Bin Laden ya demostró lo que alguien con un objetivo claro puede llevar a cabo con tan sólo un puñado de aviones.
Kim Jong Il posee el poder nuclear. Ahmadineyad, quien ha repetido en varias ocasiones que expulsará a los judíos al mar, va camino de conseguirlo.
Y quién sabe cuántos líderes totalitarios poseen ya o están a punto de conseguir armamento nuclear.

El Mal sólo necesita triunfar una vez, y entonces no habrá posibilidad de lamentarse.
Pero parece que una buena parte de Occidente no quiere darse cuenta.

Friday, June 09, 2006

Joder, Tony, ¿te has vuelto loco?

"THE SOPRANOS"

Season 7 - Episode 1

"Gang war... in Irak".


Vamos, que James Gandolfini, actor que encarna al genial Tony Soprano en la no menos genial serie, acaba de armarla con unas declaraciones curiosas.
Dice que los americanos ya no se sacrifican por nada, y que él mismo está dispuesto a ir a Irak a machacar terroristas.

Se le puede replicar que los americanos que no quieren dar su vida por los irakíes tienen bastante sentido común.
Incluso se puede poner en duda la seriedad de su ofrecimiento.

Pero, qué demonios.
Con tantos actores y directores de Hollywood ensalzando a Castro -Stone, Coppola-, solidarizándose con los terroristas -ellos los llaman "la Resistencia"-, y sobre todo con las imágenes de Sean Penn y su cámara en su barcaza desfondada "ayudando" a los afectados por el Katrina... Gandolfini, you're the fucking boss!

Thursday, June 08, 2006

Jueces pintorescos

Ha dicho FJL, en La Mañana de hoy, que el CGPJ ha decidido dar por cerrado el expediente que abrieron al Juez Fanlo, por aquella nadería de escribir, en un artículo publicado en el prestigioso diario 20 Minutos, que Terra Lliure debería haber apuntado al corazón cuando le descerrajó un tiro en la pierna al citado FJL.

Dice el CGPJ que no, que el señor Fanlo no hablaba como juez cuando llamaba mentiroso abyecto al firmante del Manifiesto de los 2.300.
Vamos, que no estaba dictando sentencia, sino tan sólo expresando sus deseos como ciudadano.
Y que, como ciudadano, desdoblado misteriosamente de su condición de juez, tiene derecho a soltar burradas como las que perpetró en 20 Minutos.

Bueno, pues nada, que siga todo así.
Si un juez puede desear que un grupo terrorista pegue un tiro al corazón a un periodista, y un diputado puede explicar en su blog que la foto del Secretario General le produce repugnancia, qué no podrá escribir un columnista.

Ejército de mezquinos.

«Su cara no me sugiere nada»

Decía, un tal Madina.

Víctima de ETA.

También, desgraciadamente, poseedor de una estupidez supina.

Se puede ser, al mismo tiempo, víctima de ETA e imbécil sin remedio.

«Su cara no me sugiere nada», afirmó Madina cuando vio la cara de la terrorista que trató de asesinarle.

Nada, salvo una reflexión memorable. Le parecía, dijo, una «joven manipulada por otros para convertirse en asesina».

No una asesina. No una terrorista. Simplemente, una muchacha descarriada que, a causa de las malas compañías, acabó poniendo una bomba en su coche con la clara intención de matarle. Sin acritud.

Pero Madina no quiere venganza, ni espera justicia. Prefiere hablar de "Paz".

No hay lugar para el odio, en el corazón del ejemplar Madina.


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«El Señor en cuestión es éste de la fotografía ¿Qué me dicen de él? Fijense en esa postura de cura franquista cargado de odio y rencor, esa predisposición al permanente vómito tan característica de los demócratas de centro reformista. ¿No les molesta la foto? A mí sí. Si me acerco a la imagen me pongo nervioso. Es como si de esa boca saliera un insoportable aliento sobrecargado, un penetrante olor a vinagre caducado que me revuelve en mi silla»

Esta cara, en cambio, sí le sugiere algo a Madina, el-hombre-que-aprendió-a-no-odiar.

Este Madina, tan comprensivo con la “joven manipulada” que trató de asesinarle, dice que huele a vinagre caducado cuando contempla una fotografía de Ángel Acebes.

Llega incluso a molestarle, a causarle repugnancia física.

Trae a la memoria discursos de otra época, el blog del tal Madina.

Discursos sobre la repugnancia que producían determinados individuos, sobre lo cerca que estaban los "impuros" de las alimañas, y no por lo que hacían o decían, sino por lo que eran. Su mera imagen, su sola presencia, bastaba para provocar vómitos, decían.

Son sólo evocaciones, claro. Malas pasadas que nos juega la memoria, a causa de estos tiempos tan revueltos.


Parece que Madina sí conoce el Odio.

No hacia los terroristas, jóvenes confundidos, sino hacia un tipo cuyo principal crimen consiste en denunciar la rendición de los cobardes compañeros de Madina ante el terror.


Patxi López, Bárbara Durkhop, Gema Zabaleta, Jesús Eguiguren. También Madina.

Y, junto a ellos, la cabeza de la serpiente. En la misma mesa. Pronto.

Ejército de mezquinos.

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(...evocaciones, sólo... y un tal Maqueda, nacionalista vasco nacido en Soria, predicando a los compañeros de Madina lo que todos sabemos... que aquellos que no son de los nuestros no merecen vivir... el público aplaude)

Tuesday, June 06, 2006

Agresión a Arcadi Espada

¿Qué significa, al fin, el constante recurso a los "derechos colectivos?
¿Qué se halla implícito en el discurso nacionalista cuando equiparan los derechos individuales a los derechos históricos de una comunidad?

He aquí un ejemplo mucho más descriptivo que cualquier explicación teórica.

Es el derecho de una ciudad, de un pueblo, a expulsar de la vida pública a quienes discrepan.
El derecho al honor de ese ente sobrenatural llamado Catalunya está por encima del derecho individual a defender ideas y principios.
Y es ese ente sobrenatural, a través sus fieles, el que golpea a Arcadi.


Recoge Criterio un comunicado de Unitat Nacional Catalana.
Exposición sincera de su ideario. Nacionalsocialista, claro.

"A Ciudadanos de Cataluña les aconsejamos, ante la muestra de menosprecio de la sociedad gerundense, que no realicen más actos en nuestra ciudad, ya que sólo sacarán un rechazo frontal."

La Ciudad, el Pueblo, la Nación, el Estado.
Y enfrente, como siempre habrá de ser, el hombre solo, presentando batalla al Monstruo.
La épica del S. XX continúa en el XXI