Wednesday, October 26, 2005

Nacionalismo, censura e individualidad

He visto el dichoso anuncio unas cuantas veces, tranquilamente, y antes de que estallase la polémica. Cosas que tiene vivir en Bilbao.

Como creo que ya se conoce en toda parte del mundo cristiano, no me extenderé demasiado en describir el spot. Simplemente decir que se centra en un "andaluz soso" que, tratando de dar la alegría a su vida, recorre el mundo sin lograr en ningún lugar la tan añorada felicidad.
En esto que cae en una lluviosa región española, entra a un bar, se toma un caldito y al oír la expresión gutural típica de la región, conocida como irrintzi, el campeón recupera la sonrisa.
Y punto, ya está, no hay más.
Es algo tan sencillo como eso.

No vi por ningún lado expresiones o situaciones vejatorias. Ni antes ni después de la polémica.
Aunque lamento reconocer que no me extraña que el PP haya puesto el grito en el cielo.
Como ya se hiciera con aquel anuncio de los enanos que caían del cielo, un partido político-en aquel caso fue una asociación de minusválidos- se ha erigido en defensor del honor de un colectivo bastante amplio.
Probablemente esos enanos tengan ahora más difícil encontrar trabajo en el mundo del espectáculo, puesto que los productores no querrán que les cierren el chiringuito al de tres emisiones, pero qué mas da. Ahora no se burlan de ellos.
También me acuerdo del honor de las recogepelotas que el PSOE se empeñó en defender de las hordas machistas.
En ese caso tuvieron más suerte y pudieron seguir haciendo su trabajo, dejando con un palmo a la moralista de turno.

Decir que el anuncio promociona un supuesto "edén euskerico" es de necios. Todo lo que se ve de ese paraíso es una carretera embarrada, un autobús cochambroso, y lluvia, mucha lluvia.
Además del bar, que no deja ser otra tasca de pueblo, similar, con sus matices, a las que podemos encontrar en otras regiones españolas.
Por lo que se lee en la denuncia, parecería que el andaluz llegaba a un bar donde todos los vascos eran fuertes, nobles, bebedores, alegres, comían enormes chuletones, regaban el coleto con riadas de néctar-sidra, y daban buena cuenta de unos pinchos que parecerían el Guggenheim... vamos, Riefenstahl en acción.
Lástima que la verdad contradiga a la ficción. El único vasco que se ve, si no recuerdo mal, es el camarero que le sirve el caldo al andaluz, y por lo poco que recuerdo no presenta rasgos diferenciales debidos al Rh-.

Por otra parte, traer a colación al ínclito Sabino es ya mear fuera del tiesto.
Si esta es la manera que el PP tiene de terminar con el "reinado" del tripartito vasco, vamos apañados.

En cualquier caso, aunque realmente se hubiera dado la imagen de que el vasco es fuerte y noble y el andaluz gracioso...¿qué?
¿Tan minado está el sentido de la individualidad como para que idioteces como los tópicos regionalistas tengan que despertar una furibunda reacción en los aludidos?

Yo soy vasco, nacido en Bilbao, y ni me gusta el Athletic, ni la sidra, ni los deportes típicos. No soy especialmente fuerte, ni dado a las juergas, ni saco a pasear la ikurriña cuando voy al monte. Algo que no hago casi nunca, por cierto.
Ah, y no hablo el vascuence, ni tengo un acento marcado.
Y por supuesto, me repele y me extraña el sentimiento tribal presente en buena parte de la sociedad en la que me ha tocado vivir.
Cuaquier ápice de raciocinio se pierde cuando entra en cuestión la patria sagrada.
Los que repudian el asesinato, de pronto, relativizan.
Los que se ríen de todo, de pronto, se tornan serios.
Los que no creen en los héroes, de pronto, ensalzan al gudari.
Y los que miran por lo suyo y por su familia, de pronto, cargan con la losa de las obligaciones nacionales.

¿Y me va a importar que el típico vasco salga una y otra vez retratado en programas de humor?
¿Acaso debo sentir que me están marginando, puesto que yo también soy vasco pero no comparto los rasgos anteriormente aludidos?
Y como español, más de lo mismo. Recientemente trajeron a colación una novela del exitoso escritor Dan Brown, en la que se mostraba una curiosa imagen de España y los españoles. Hospitales tercermundistas, ingentes cantidades de muertos al visitar monumentos, policías corruptos... En el telediario, no recuerdo cuál era, pusieron el grito en el cielo. Seguro que en ese mismo telediario han ofrecido siempre una imagen fiel a la realidad del americano medio. Sí, seguro que sí, incluso tras las últimas elecciones.
Si en Europa se habla de los españoles como vagos, pues bien.
Y si se creen que somos nobles y valientes, de acuerdo. Tan estúpido es lo uno como lo otro.


Vamos, hombre, seriedad.
Yo soy ante todo un individuo, que accidentalmente ha nacido en esta región española.
Así que por mí pueden seguir quienes quieran con los tópicos, los chistes de vascos, los "ahí va pues" y demás memeces.
Y si fuera andaluz pensaría lo mismo, claro.

En cualquier caso, así como el post del genocidio no defendía ni mucho menos al asesino de Carrillo, ni justificaba el vergonzoso homenaje que le regaló la UAM, así tampoco este articulillo se hace para defender a la ETB o a los nacionalistas vascos.
Conozco bien las sandeces y salvajadas que una y otra vez comete la supina estupidez nacionalista, como para tomarme en serio este anuncio.
Aunque por otra parte, puestos a pedir la retirada de algo, que retiren la ETB en su conjunto.
Eso sí que es serio, pagar con mis impuestos una televisión ligada al PNV.
Y lo mismo vale para la TVE, of course.
Que uno, como ya ha dicho, no es regionalista.
Que hagan los anuncios que quieran, vejatorios o elogiosos, hiperbólicos o ajustados a la realidad; pero no con mi dinero.

Monday, October 24, 2005

Atraco en Barakaldo a plena luz del día

Una conocida e importante banda de "amigos de lo ajeno", que opera en todo el territorio nacional, consigue apropiarse de 800 euros de una tienda de ropa en Barakaldo.

Según informaciones de la propia banda, no se trata de un hecho aislado sino que forma parte de una campaña planificada por los miembros más activos y peligrosos de la misma.

La organización también ha sido noticia por tratar de recuperar la figura del asaltante de caminos, por perpetrar un atraco en una obra de teatro benéfica, e incluso, desde la red internacional a la que pertenecen, han amenazado con extender su campo de acción a los niños.

Saturday, October 22, 2005

Rigoberta Menchú, esa Nobel.

Ya que hablan de Rigoberta Menchú, sería bueno que echaran un vistazo a esto.
Por incordiar un poco, nada más.

Friday, October 21, 2005

De la naturaleza de las palabras (I): Genocidio

Con la imagen de Carrillo investido Doctor Honoris Causa por la UAM aún en la retina, pasamos a hacer unas pequeñas consideraciones sobre el concepto "genocidio".

Fue ésta una de las palabras, además de "asesino", que se pudieron oír en el merecido recibimiento que le brindaron unos cuantos a su llegada a la universidad. Lástima que toda la atención la acaparase un grupo perteneciente a otra variante más del socialismo, dejando en un segundo plano a aquellos que tenían razones personales para sentirse indignados por tan esperpéntico espectáculo.

El caso es que no creo que sea del todo correcto tachar a tan despreciable personaje de "genocida".

Con esta palabra está sucediendo lo mismo que ya ocurrió con "fascista", que por utilizarse de manera abusiva está perdiendo su significado específico.
Es muy común en buena parte del discurso de "la izquierda" el uso generalizado del término "fascista" para referirse a todo aquello que no entra dentro de su esfera política.
Fascista es quien defiende la Constitución, fascista es quien pide el cumplimiento íntegro de las penas para los terroristas, fascista es quien se opone al protocolo de Kyoto, quien defiende a Israel frente a las agresiones de los grupos terroristas palestinos... y lo que ocurre cuando algo se aplica a todo es que su significado original queda diluido. En este caso, el régimen fascista de Mussolini.

Tal vez estemos acudiendo a un proceso similar con el término que nos ocupa.
Y aquí, las consecuencias serían aún más terribles.
Porque llamar fascistas a Mussolini y Franco, y en general a cualquier otro dictador "de derechas", puede ser más o menos riguroso, más o menos correcto, pero no dejan de presentar bastantes puntos en común entre ellos.
En rigor, podremos seguir diciendo, Franco no fue fascista. Y esto, para quien no esté cegado por el "fulgurante brillo" de una ideología, no significa nada más que una precisión terminológica obvia.
En cualquier caso, el impacto de esta generalización, si nos olvidamos del uso infantil que le dan tantos progres sin argumentos para combatir el "perverso neoliberalismo", no es demasiado estridente.

Pero si finalmente se acepta el término "genocida" para referirse a las matanzas perpetradas por razones políticas, además de las consabidas de religión, nacionalidad o raza, el significado histórico de un Hitler o de un Pol Pot, las implicaciones filosóficas de sus regímenes, quedarán reducidas al nivel de un Pinochet o un Franco.

Y vayamos a una de las causas de esta confusión.
Si nos fijamos en el DRAE, o incluso en el diccionario María Moliner, vemos que genocidio es el "exterminio sistemático de un grupo social por motivos de raza, de religión o políticos" (Moliner)
Esta definición no coincide con la que se da en el Derecho Internacional, que es la que se recoge en la citada Convención de la ONU.
Y es que el alcance de estos diccionarios generalistas es limitado. Lo mismo ocurre con otras palabras como "esencia", "filosofía" o "mente", que encierran una complejidad que estos diccionarios no puede abarcar.

En cambio, el análisis etimológico del término nos dice que la palabra proviene de la conocida raíz latina "caedere" -abatir, matar-, y del griego "genos", que significa "tribu", "familia" o "linaje".
Por tanto, las cuestiones de raza, nacionalidad o incluso de religión, están incluidas en "genos", pero no las razones políticas -nadie nace anarquista, comunista o liberal.
Al menos si no incluimos un matiz, que lo haremos, pero más adelante.

El caso más importante de genocidio en la historia fue el Holocausto.
No en vano fue después de los juicios de Nuremberg cuando la ONU redactó la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio.
Otros casos de genocidio en la historia los encontramos aquí.

El Holocausto, el ejemplo paradigmático de genocidio, necesitaba un nombre propio, algo que distinguiese la inmensa maldad del nacionalsocialismo de otras matanzas cometidas a lo largo de la Historia.
A ello se dedicó Rafael Lemkin, creador de la palabra que nos ocupa.
En su definición no entra tampoco ninguna alusión a cuestiones políticas.
Y es que si aceptásemos como genocidio el asesinato masivo por cuestiones políticas, además de olvidarnos del significado etimológico del término, estaríamos diciendo que cualquier matanza perpetrada por un gobierno, cualquier revolución sangrienta, cualquier guerra, incluso, podría ser catalogada como tal.
Recordemos la definición:

En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal.

Y, francamente, creo que el Holocausto no es equiparable a las matanzas de Paracuellos. Sin que esto signifique una justificación de tales atrocidades.
Pero es precisamente esta relativización del Holocausto lo que se conseguiría si aceptásemos "genocidio" en su significado menos concreto.
Finalmente, los negacionistas habrían triunfado de un modo indirecto, al diluir las implicaciones del nazismo entre el maremagnum de matanzas de la historia.
Si genocida fue Carrillo, si genocida fue Franco, si genocida, incluso, parecen haber sido Sharon, Bush y Aznar... ¿qué importancia específica tiene Hitler en la Historia?
¿El número de muertos? ¿La sistematización y planificación de la masacre?
No, no es esto lo que diferencia a Hitler de otros dictadores. Es el asesinato masivo planificado de un conjunto de personas por cuestiones de nacimiento.
Es el hecho de que el asesinato de estas personas fue un fin en sí mismo, y no un medio para conseguir algo -sofocar una rebelión, apropiarse de un territorio, etc.
Es el hecho, en fin, de que la causa de que estas personas fueran asesinadas se debió a su mera existencia.
Algo que nada tiene que ver ni con Paracuellos, ni con la represión de postguerra.

Así que tenemos otra cirunstancia que no viene del todo explicitada en la definición de la ONU.
Se trata de un asesinato que es un fin en sí mismo. Por tanto, donde dice "con la intención de destruir", debería decir "con la única intención de destruir".
Ahora bien, tal vez sea éste un matiz innecesario y problemático, y en cualquier caso no queremos ir más allá de lo expuesto hasta ahora.

Sin embargo, como decía antes, hay otro matiz que no debemos perder de vista.
Hemos dicho que el genocidio no responde a cuestiones políticas.
¿Quedan fuera del término, por tanto, las matanzas perpetradas por regímenes comunistas contra personas que no pertenecían a otra nación, religión, o etnia?

Trataremos de dar respuesta a ello en otro post, que podremos titular: "El genocidio y el concepto de 'clase' ".


Dont Tread On Me

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We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness.